Sara Rivera, Una joven que inspira

Líder, altruista y visionaria, Sara Rivera es una joven hondureña que ha encontrado en la arquitectura y el liderazgo social su pasión. A sus 23 años está próxima a graduarse como arquitecta de Unitec, pero sus días no culminan en las aulas y los pasillos. Para ella, la arquitectura no se trata solo de diseño y construcción, sino también refleja su misión en el día a día: dejar huella. A través de su voluntariado y su liderazgo nato, dedica sus días a transformar el entorno que la rodea convencida de que “el que siembra cosecha y por eso hay que sembrar con amor”, comenta.

Desde su infancia, Sara creció viendo a su padre, dueño de un negocio de madera, trabajando con pasión en cada proyecto, él fue quien le inculcó a Sara la importancia de la precisión y dedicación en cada proyecto, despertando en ella, desde pequeña, ese amor por la arquitectura. Pero su familia no solo fue clave en su vocación profesional, sino también en su desarrollo personal. “Después de Dios, mi principal apoyo es mi familia” menciona Sara. En sus propias palabras, para ella su padre es su héroe, su madre su consejera y sus hermanos menores, sus porristas en esta larga carrera que es la vida.

Sara se destaca por su compromiso con la comunidad, actualmente funge como miembro activo en Cipotes, además de su participación en otras organizaciones:

• EmpowerU’25, un programa universitario para estudiantes líderes.
• Coordinadora en CEAH (Coordinación de Estudiantes de Arquitectura de Honduras)
• Co-Host del Pódcast «Espacio Abierto» parte de CLEA (Coordinadora Latinoamericana de Estudiantes de Arquitectura)
• Wise Alliance, una ONG de empoderamiento femenino de mujeres en STEM con fundadoras internacionales.

Sara define a un líder no como aquel que tiene un cargo asignado, sino como el que tiene la disposición y toma acciones. “Un líder debe conocer el terreno, conocer a sus miembros de equipo y saber aprovechar las fortalezas de cada uno”, afirma Sara.

Realizar múltiples tareas a la vez no es cosa fácil, pero Sara ha aprendido a equilibrar sus estudios con su pasión por el voluntariado y el liderazgo. “La única forma de poder encontrar el equilibrio es con organización” menciona Sara, por lo que las listas, alarmas y recordatorios son sus mejores aliados. También enfatiza en la importancia de saber rodearse con las personas correctas, pues para ella, sus amigos son sus fieles consejeros, quienes siempre la apoyan y celebran junto a ella sus logros.

Con su graduación a la vuelta de la esquina, Sara ya visualiza sus próximos grandes proyectos: fundar su propio estudio de arquitectura y lanzar una ONG que impulse proyectos de impacto social. Pues para Sara, el voluntario no es algo más en su agenda, sino un estilo de vida.

Cuando se le pregunta: “¿Qué consejo le darías a otros jóvenes?”, Sara responde sin dudar: “Si hay voluntad y esfuerzo, siempre hay tiempo. Con tiempo, pasión, determinación y disciplina puedes lograr lo que te propongas.”

Definitivamente, Sara es una joven que inspira, impacta y motiva a no hacer cosas solo por beneficio propio, sino a marcar la diferencia en la vida de otros.