Éxito: Siempre hay un precio que pagar.
Los grandes personajes de la sociedad suelen compartir consejos sobre cómo alcanzaron sus logros, su éxito o incluso sus patrimonios. Pero pocas veces se habla de sus momentos malos, de las caídas y del precio que debieron pagar. Casi todos hemos pasado por ese instante en el que, tras alcanzar algo que tanto deseábamos, sentimos un vacío inesperado. Descubrimos que lo obtenido no siempre compensa lo perdido: horas de descanso, momentos con la familia, risas compartidas o simplemente la paz de estar tranquilos. Definir la palabra éxito no es tarea sencilla. Para mí, éxito no es ser reconocido ni aplaudido por todos; éxito es sentirse realizado, aunque eso implique simplemente levantarme de la cama y cumplir con mis tareas diarias. Eso, en esencia, ya es éxito. Desde muy jóvenes se nos exige tener claras dos metas: construir un patrimonio y […]