De la libertad del cristiano a la libertad de pensar
Vivimos en una sociedad marcada por la indecisión y el cansancio. Como señalan Byung Chul Han y François Dubet, estamos en una sociedad del cansancio y de pasiones tristes: un tiempo en el que abundan las rutas posibles, pero escasean las verdaderas alternativas. Caminamos entre opciones que parecen múltiples, pero que en realidad se nos presentan como caminos preimpuestos. En medio de esta confusión quiero rescatar una enseñanza antigua que, creo, sigue teniendo vigencia: la libertad de conciencia. Lutero, en su tiempo, buscaba liberar al creyente medieval de las ataduras externas para que pudiera usar su propio criterio. Esa misma libertad hoy puede aplicarse a cualquiera, más allá de la fe: la capacidad de pensar por uno mismo, sin rendirse al agotamiento, a la indecisión o al qué dirán. La invitación es sencilla pero radical: atrevámonos a pensar. No se […]